domingo, 2 de noviembre de 2014

¡JESÚS HA RESUCITADO!



No buscamos ni seguimos a un muerto sino a Jesús Resucitado. Eso cambia todo y renace nuestra esperanza, porque vamos con Él, en Él y por Él para no morir sino continuar una nueva Vida Gloriosa y Eterna una vez hayamos cumplido nuestro camino por este mundo.

Hoy es un día apropiado para reflexionar sobre nuestra máxima aspiración, la Vida, la Vida Eterna a la que estamos llamados, porque el hombre aspira a vivir, no a morir. Hemos venido a este mundo para alcanzar la vida eterna, y en Jesús estamos convocados y llamados a vivir eternamente.

Hay muchos que ya han alcanzado esa dicha. Son los santos, que hoy la Iglesia conmemora y que nos pone como ejemplos visibles que nos anima a hacer nosotros lo mismo. Injertados en el Señor, como el sarmiento en la vid, podemos, siempre por la Gracia de Dios, porque por nuestros méritos nunca lo mereceremos, alcanzar la dicha de ser gloriosos y eternos junto al Inmenso Amor del Padre.

Te damos gracias Señor por experimentar la dicha y la esperanza de la Resurrección por tu Amor y Misericordia. Te damos gracias por el inmenso regalo de la fe y te pedimos nos des la sabiduría y fortaleza de nunca dejar tu Camino. Amén.