viernes, 27 de mayo de 2022

EL BILLETE A LA GLORIA PASA POR LA CRUZ


La vida es un viaje. Partimos de cero cuando nacemos y, a través del tiempo, crecemos y vamos madurando. Caminamos sin prisas, pero sin pausas. Nunca nos detenemos y ese camino debe llevarnos a alguna parte. Es de vital importancia saber y conocer a dónde nos lleva, porque, sabiendo donde terminamos, al menos en este mundo, podemos hacer el camino mejor.

Lo primero es conocer que el billete para esa gloria y felicidad eterna que bulle en nuestro interior nos cobrará esfuerzo, dificultades y cruz. La esperanza que nos sostiene es precisamente la alegría de la que nos habla hoy Jesús: También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar. Aquel día no me preguntaréis nada».

Y es ahí donde debe apoyarse nuestra esperanza y afirmarse nuestra fe. Jesús vive, y si vive, también viviremos nosotros. Él padeció una muerte de cruz. Fue condenado, mal tratado, ridiculizado, abofeteado, flagelado y, después de tanto sufrimiento, crucificado en la cruz. Él es nuestro modelo para el camino y, nuestros padecimientos pasan también por la cruz. Una cruz que cada cual debe soportar con esperanza y fe. Al final, como muy bien leemos al final del Evangelio de hoy, Jesús nos da la respuesta que esperamos y necesitamos.