domingo, 27 de agosto de 2023

SABEMOS POR LA PALABRA DE DIOS QUE EL PODER DEL INFIERNO NO DERROTARÁ A LA IGLESIA.

Esa es nuestra confianza y de donde brota nuestra fuerza. Aparentemente podemos pensar que el mundo, demonio y carne conseguirán la victoria sobre la fe en Jesús de Nazaret, el Señor e Hijo amado y predilecto del Padre. Eso parece que se va fraguando en el mundo que vivimos hoy, por la fe, nuestra fe se apoya en la esperanza del Infinito Amor de Dios y de su Palabra: (Mt 16,13-20): En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús hizo esta pregunta a…  Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella…

En esa Palabra ponemos todas nuestras esperanzas y de ella sacamos toda la fuerza para vivir el amor, precisamente a esos enemigos que tratan de poner el mundo patas arriba y de espaldas a su Creador. Nuestra plena confianza en el Señor nos irá transformando y fortaleciendo hasta el punto de resistir esas amenazas y tentaciones con las que los enemigos del alma – mundo, demonio y carne – tratan de seducirnos.

Y es precisamente en la Iglesia donde encontramos esa fortaleza para no dejarnos vencer ni permanecer caídos. Conscientes de nuestras debilidades y caídas sabemos que por la Misericordia Infinita de Aquel que ha entregado su Vida por la nuestra estamos redimidos y salvador. Y en ella encontramos el perdón de nuestros fallos y pecados para levantarnos y perseverar.

Pedro nos da testimonio y ejemplo para confiar en esa mirada misericordiosa del Señor y nos fortalece para no desfallecer y sostenernos firmes en la fe de su Palabra. Por eso, a pesar de las derivas del mundo y de lo mal que pueda parecernos, sabemos que un día todo será puesto bajo el poder y a los pies del Señor, Rey del Universo.