miércoles, 5 de abril de 2023

¿DÓNDE ESTÁ LA CAUSA DE LA TRAICIÓN DE JUDAS?

Mt 26, 14-25

Puede ser una de las preguntas que también nosotros nos podemos, o mejor, tenemnos que hacernos hoy Miércoles Santo, ¿he traicionado yo también al Señor? Porque, ¿qué diferencia hay entre mis pecados o traiciones y las de Judas? ¿No es cierto que cada vez que le doy la espalda al Señor y conscientemente incumplo su Voluntad le estoy traicionando? Por tanto, reflexiono y pienso que, en lugar de mirar para Judas debo mirarme yo mismo.

Y en esa introspección propia también puedo ayudarme en sacar conclusiones o lecciones del por qué de la traición de Judas. ¿Acaso sabía él más que los otros apóstoles? ¿No dudaban todos y de poco se enteraban respecto a lo que les decía Jesús? Entonces, ¿por qué Judas le traicionó?

Posiblemente la causa la podemos encontrar en la desconfianza, la poca fe y la perdida de la esperanza. Algo muy común a lo que nos pueda suceder a nosotros. Perdida la confianza en Jesús el mundo se nos viene encima y ponemos nuestra esperanza en el poder. Un poder que exige riqueza para comprar fuerza, fortalecerse seduciendo y comprando voluntades. Un poder mundano apoyado en arenas movedizas que tarde o temprano se derrumbará por sí mismo. Y vendrá la desesperación, el caos, la locura, el descontrol y, posiblemente la propia destrucción: la muerte.

Verdaderamente no estamos lejos tampoco nosotros. Al menos yo lo siento así y veo mi vida también en peligro. El demonio está al acecho y nos espera pacientemente en esos momentos de debilidad y duda. No desesperemos y tengamos, pase lo que pase, confianza en Jesús, el Hijo de Dios. Él tomará la cruz con toda la confianza puesta en su Padre, sabiendo que no le fallará y que, para su Gloria, le resucitará al tercer Dia. También, creámoslo, nosotros resucitaremos porque Él, el Señor, nos lo ha prometido y su Palabra siempre tiene cumplimiento.