lunes, 21 de abril de 2025

Y LLEGÓ LA ALEGRÍA ESPERADA

La oscuridad se había adueñado del grupo. Todo era desolación, angustia y confusión. Habían crucificado al Señor, y de forma cruenta, violenta y cruel. ¿Cómo era eso posible? Y los discípulos se habían escondido, a excepción de Juan, la madre de Jesús y algunas mujeres. Incluso, Pedro, el valiente Pedro le había negado tres veces ante de que cantara el gallo, tal y como le había dicho Jesús.

Pero, todo eso estaba escrito y profetizado. Era necesario que Jesús entregara su Vida para redención de todos nuestros pecados, y al tercer día resucitaría. Y así ha sucedido, ¡Jesús ha Resucitado!, y con Él vuelve la alegría y la esperanza. Todo se ha producido tal y como Él nos ha dicho. El amor ha vencido al odio, la fuerza, el poder.

La cruz, signo hasta el momento de muerte, de condena y perdición, se ha convertido ahora de triunfo, de amor y misericordia. Cruz de victoria y resurrección. Es posible que muchos, seducidos por el poder del mundo, no quieran creer. Así termina el Evangelio de hoy: … Ellos tomaron el dinero y obraron conforme … pero tú, querido lector y hermano en la fe, experimentas que dentro de ti hay un deseo inmenso de felicidad eterna. Y esa felicidad eterna sólo te la puede dar quien ha vencido a la muerte, Jesús de Nazaret, Hijo de Dios Vivo.