domingo, 2 de agosto de 2020

CINCO PANES Y DOS PECES.

evangelio san mateo 14 13 21 lunes 1 de agosto de 2016 ...
Mt 14,13-21
Cinco panes y dos peces es la medida más pequeña que cada uno puede dar. No cabe duda que con cinco panes y dos peces, tú puedes comer bien y quedar, por ese día, bien alimentado, pero, ¿qué son cinco panes y dos peces para unas cuantas miles de personas? Esa es la cuestión, ¿qué soy yo para solucionar los ingentes problemas de este mundo? 

Sin embargo, Dios no te pide sino tu persona, tu entrega, tu cinco panes y dos peces, porque, Él pondrá lo demás. Dios sabe quién eres y sabe lo que realmente puedes hacer. Sólo te pide que tengas fe en Él, y Él hará lo que convenga y sea necesario. Así ha sido en todos los que se han fiando de Él. La lista es larga y la historia los guardas para que tú puedas conocerlos y aprender de ellos. De esa forma tocó el Señor el corazón de San Ignacio de Loyola - fundador de la compañía de Jesús -.

Si piensas un poco, descubres que todas las grandes cosas que se han hecho han empezado por la aportación de cinco pobres panes y dos peces, y Dios ha hecho el resto. Esos cinco panes y dos peces son esos talentos que Dios te ha dado para que los pongas al servicio de los demás. Indudablemente que te cuesta ponerlos en pleno rendimiento, pero, ¿a quién no le cuesta? Tu vida te ha sido regalada para el bien de otra. Por eso, la comunidad es necesaria y el hombre y la mujer son necesariamente comunitarios. La célula de la sociedad es la familia.

Es posible que tu hambre lo abastezcas en las cosas materiales que, aunque te alimentan ahora, se gastan después. Son alimentos temporales, vacíos y huecos que se consumen y se destruyen. Es necesario que te des cuenta que hay un alimento superior, espiritual y eterno que debe descubrir y alimentar tu deseo de Él, porque es ese alimento el que sacia tu hambre para Siempre y te da la Vida Eterna en plenitud.