sábado, 9 de noviembre de 2024

UN ESPACIO DE RELACIÓN CON DIOS Y LOS HERMANOS

El Templo no es un lugar cualquiera, es el espacio donde acudimos a citarnos y relacionarnos con Dios. Nosotros somos sus criaturas y vamos en busca del Creador. Utilizar el templo para otra cosa sería desubicarnos de lo que realmente significa el Templo.

Bien es verdad que al mismo tiempo nos relacionamos entre nosotros. Nos saludamos e intercambiamos algunas palabras de bienvenidas o de interesarnos unos por otros. Nunca olvidemos que somos templos del Espíritu Santo, y el Señor está en cada uno de nosotros. Pero, siempre nuestras relaciones deben estar apoyadas y situadas en el Señor. Él siempre en el centro de nuestras relaciones, en la prioridad de nuestra relación.

Por desgracia, quizás por no darnos cuenta, convertimos el templo en cita de amigos, de relaciones frívolas, sociales y de utilizarlo para dar un paseo, arreglarnos, estar a la moda y distraernos. Sin apenas caer en la cuenta de que arrinconamos al Señor, o simplemente, cumplimos las prácticas que nos dan esa oportunidad de estar integrados en el círculo social que nos da vida social.

También, quizás sin intenciones, lo convertimos en diferencia de clases. Según nuestra elegancia, vestidos y presunción de aparentar más que los demás. De presentarnos como superiores a los que van, posiblemente por carencias económicas, con menos presencia o menor elegancia. De cualquier manera no debemos nunca olvidar que todos somos hijos de un solo Padre, y Él sabe todo lo que hay dentro de nuestros corazones. Ese simple pensamiento nos debe ayudar a presentarnos con más humildad y escucha a la Palabra de Dios.