Ahí puede estar
nuestro error, creer que el gozo, la paz, la seguridad y, por supuesto, la
felicidad está en el dinero que da poder y seguridad. ¿Acaso no has advertido
que los poderosos no son felices? Nadie podrá descansar en el dinero ni en el
poder. Ambos son caminos de perdición y vacío. El mundo y la experiencia nos lo
están diciendo a cada momento, ¡abre los ojos!
El gozo de la
retribución de aquellos jornaleros no está en el salario recibido tanto los de
la tarde como los primeros de la mañana. El gozo es sabernos en manos de un
Padre bondadoso, bueno y misericordioso que quiere que todos sus hijos sean
felices. No te fijes en la cantidad de horas de trabajo y su correspondencia
material, sino en la Infinita Misericordia y Bondad de tu Padre Dios.
No te fijes en el
traje de los demás, aprecia, valora y goza de tu traje hecho a tu medida. Con
él te basta y en él te llenas de gozo y felicidad eterna. ¿O es que tratas de
ponerle reparos a la Infinita Bondad y Misericordia de tu Padre Dios? ¿No te
basta con alcanzar tu propio gozo y felicidad? Quizás tendremos que escudriñar dentro
de nuestros corazones endurecidos y analizar nuestras impuras y mal
intencionadas intenciones, valga la redundancia.
Solo la idea de trabajar en la Viña de un Amo bueno, bondadoso y misericordioso nos hace olvidar el salario y gozar de la alegría de estar en la Viña que solo sentirnos en ella nos llena de paz, gozo y eterna alegría.