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Un hombre enfermo de lepra se acercó a... |
Sabemos lo que significaba ser leproso en aquella época que vivió JESÚS. Era algo así como estar muerto en vida, y con un panorama de sufrimiento hasta terminar en la muerte. Ser leproso era lo anterior a estar muerto, y sin ninguna esperanza de escapar.
Vivir esa situación, en aquella época, era lo más duro que podía pasarle a una persona. Ser declarada impura y despreciada por todos los demás es algo que sólo experimentándolo en tus propias carnes puedes comprenderlo. Pues bien, en aquella situación, un leproso se acerca a JESÚS. ¿Puedo imaginarme la situación?
Primero, tener la osadía y la valentía de acercarse, porque sabiendo lo que eres, lo lógico es pensar que te van a rechazar. Segundo, confiar que puedes tener éxito y ser curado. Me parece que podemos contemplar y tomar varias enseñanzas y actitudes de esta situación que realiza este leproso. Pueden ser muy interesante e importantes para nuestra vida de creyente y seguidor de JESÚS de Nazaret.
Una puede ser la insistencia y la humildad de reconociéndose lo que era, acercarse. Eso arrastra el conocer que JESÚS puede entenderte, perdonarte, pero sobre toda amarte y sanarte. La otra, puede ser la de ponerse en camino, no pararse, buscar y buscar sin perder la confianza. Eso indica que en ÉL has puesto tu salvación.
Ahora, más importante es descubrir donde está tu lepra. O dicho de otra manera, ¿puedo yo estar también leproso hoy? Porque puede ser que, al contrario de como empezaba esta reflexión, creo que la lepra está lejos de mí, y sin embargo, estoy tan leproso como aquel leproso.
Porque hay lepra de muchas clases. En aquella época era esa enfermedad, pero hoy puede tener otros nombres: Alcohol, juegos, drogas, consumo, egoísmo, individualidad, usura, materialismo, gula, envidia, sexo, mentira, riquezas...etc. Necesitamos descubrir nuestra propia lepra para luego acercarnos a JESÚS en petición de que nos limpie.
El ESPÍRITU SANTO suscita en cada reflexión, diciéndonos la misma Palabra, reflexión y pensamientos diferentes. Nuevos descubrimientos y actitudes que tienden a irnos a buscar nuestra perfección. Me sorprende como esta Palabra la he reflexionado varias veces y en cada lugar he visto cosas diferentes. (ver aquí, aquí y aquí)
El ESPÍRITU SANTO suscita en cada reflexión, diciéndonos la misma Palabra, reflexión y pensamientos diferentes. Nuevos descubrimientos y actitudes que tienden a irnos a buscar nuestra perfección. Me sorprende como esta Palabra la he reflexionado varias veces y en cada lugar he visto cosas diferentes. (ver aquí, aquí y aquí)