miércoles, 11 de agosto de 2021

SI AMAR ES DIFÍCIL, CUÁNTO MÁS SERÁ EL AMOR FRATERNAL

 

Si ya amar es difícil, más la de amar con verdadero amor fraterno. ¿Por qué? Porque, amar como si de hermanos se tratara cuesta más. Sobre todo cuando no hay vínculos de sangre que lo justifique y convenza a nuestra razón. Solo el amor puede contra esos razonamientos humanos que ponen barrera a la fraternidad entre los hombres. El ejemplo, el Amor de Jesús hacia los hombres hasta el extremo de entregar su propia vida gratuitamente y por amor.

Ahora, todo se complica aún más cuando el amor exige corrección. Corrección que implica orientar y para lo que hay que saber y estar preparado. Y, sobre todo, abierto a la acción de Espíritu Santo. Un Espíritu Santo que nos auxilia, nos asiste, nos fortalece y nos da esa sabiduría y valentía para dar una corrección fraterna que oriente al que erróneamente toma el camino equivocado.

Una orientación que arranque desde nuestras propias autocriticas y de nuestras propias vivencias y que nos aporten esa experiencia que, por la Gracia de Dios, nos iluminen el camino que da la Vida de la Gracia. Es esa la lección que nos da Jesús, nuestro Señor, con su Autoridad y enseñanza. Su Vida es un ejemplo que da testimonio de su Palabra.