Esa es la experiencia
de José, creyó en Dios y se puso por obra, obedeciéndole, asumir su papel de
padre del Dios encarnado en el seno de María, su esposa. Es la fe que, desde
José, nos invita, también a nosotros, a creer en la Palabra de Dios y a ponerla
en práctica en el camino de nuestra vida.
Enmanuel es su
nombre, dice el profeta, y eso viene a significar que Dios está con nosotros. Y
así es, Dios toma naturaleza humana, se hace Niño, y luego hombre para estar
con nosotros y anunciarnos la Buena Noticia del Amor de su Padre, y de su
Misericordia Infinita. Misericordia por la cual todos nosotros somos llamados a
su Reino y perdonados nuestros pecados.
Una Noticia de Amor y Misericordia que le llevará al extremo de dar su Vida por todos los hombres a fin de que, escuchando su Palabra y viendo sus obras de Amor y Misericordia, creamos en Él y hagamos la Voluntad del Padre.