jueves, 10 de febrero de 2022

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ BUSCAN A JESÚS?

Mc 7,24-30

¿Por qué y para qué busco, o no, a Jesús? Es la pregunta que podemos plantearnos y darle respuesta según nuestras inquietudes, deseos de búsqueda o intenciones. Porque, según sea nuestra respuesta, será también nuestra inquietud o deseo de buscar a Jesús. Es indudable que cuando lo pasamos mal, bien por circunstancias económicas, de precariedad o, sobre todo, de enfermedad, buscamos al Señor con la intención de que nos saque del apuro o nos sane de nuestra enfermedad. Y esa puede er la respuesta de muchos, por no decir de todos.

Pero, también podemos medir nuestra fe. ¿Realmente, creemos que Jesús nos puede sacar del apuro? ¿Estamos convencidos que Jesús nos puede curar nuestra enfermedad? Aquella mujer pagana parece ser que sí creía que Jesús podía curar a su hija. Porque, si Jesús accedió a sus deseos es porque realmente su corazón tenía confianza en que Jesús podía sanar a su hija. Incluso, sabiéndose pagana y no perteneciente al pueblo judío.

La conversación entre ella y Jesús demuestra su gran fe. Y es, precisamente, la fe lo que mueve a Jesús a concederle lo que le pide. A partir de ahí, de ese testimonio de alguien que, solamente había oído hablar de Jesús, y acude decidida a pedirle la curación de su hija, ¿qué nos planteamos nosotros? ¿Es nuestra fe firme y decidida como esa mujer? ¿O es una fe que acepta pero no busca realmente al Señor sino cuando no le queda otro camino?

Reflexiónemos sobre la petición de aquella mujer y sobre lo que le dice Jesús: Esta mujer le rogaba que expulsara de su hija al demonio. Él le decía: «Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella le respondió: «Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños». Él, entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija». Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido.

Realmente, Jesús, ha venido para salvarnos a todo sin condiciones de raza, color o cultura. Solo nos pide que creamos en su Palabra y tengamos fe en Él.