jueves, 28 de mayo de 2020

UNIDOS PARA AMARNOS

Evangelio del día (Jueves, 1 de junio de 2017) - La Luz de Maria
La única razón para la que nos ha creado nuestro Padre Dios es para amarnos. Nos crea por amor y nos manda a amarnos como Él nos ama. Nuestra meta es llegar a ese amor entre todos nosotros como Él y el Padre se aman. Y eso lo logramos abriéndonos a la acción del Espíritu Santo, porque, en el Espíritu y con el Espíritu alcanzamos la Gracia de amar como nos ama Dios.

El Espíritu Santo es el Amor de Dios, manfestado en la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, que, bajado del Cielo, para continuar la misión amorosa y misericordiosa del Hijo, nos infunde y regala la Gracia de transformar nuestro corazón en un corazón como el de Dios. Un corazón capaz de amar a todos los hombres, incluso a los enemigos, como los ama Él.

Y es ese amor el que transformará al mundo al ver como muchos se aman en clave de Amor de Dios hasta el extremo de dar la vida unos por otros. Claro, a vista de los hombres es imposible, pero, abiertos a la acción del Espíritu Santo es una realidad. Porque, por ese Amor ha sido creado el mundo y todo lo que en él vemos, y ha sido creado el hombre y la mujer, a imagen y semejanza de Dios. 

Nada nos dará esa felicidad que buscamos sino el Amor. Un amor que se realiza en el darse y entregarse al servicio de los demás. Porque, desde el instante que ese amor revierte sobre ti mismo se convierte en un amor descafeinado, inservible, egoísta y corrompido, que terminará perdido, desorientado e infeliz para siempre. Sólo cuando eres capaz de vivir en una actitud responsable, coherente y dada en servicio por amor a los demás, estás en la órbita del Amor de Dios, y, por tanto, en el hallazgo del Tesoro de esa felicidad que buscas.