martes, 17 de enero de 2023

EL SÁBADO PARA EL HOMBRE, NO AL REVÉS

¿Cuál es la finalidad? ¿No se trata de mejorar la vida del hombre? Por tanto, es evidente que todo lo que se legisle se mire y vaya en función del bien del hombre. Ese es el objetivo y la finalidad de la Ley, mejorar las relaciones de los hombres buscando su bien. De modo que la prioridad no está en el cumplimiento sino en que esa ley que obliga a cumplir sea lo mejor para beneficio del hombre. Una mejora en coherencia y concordancia con la verdad y la justicia.

De modo que Jesús no podía decir lo contrario. Ha venido para anunciarnos y proclamar el Amor de su Padre y ese Amor Misericordioso pasa por buscar el bien del hombre. Por tanto, es evidente y se cae de maduro que el sábado está detrás del hombre. La ley debe buscar primero el bien del hombre tanto en sábado como en cualquier otro día. Esa es la novedad de su anuncio de amor misericordioso, el bien del hombre por encima de toda ley. De ahí que su primer y único mandato, de donde nacen los otros nueve, sea el ámesen unos a otros como Yo los amo.

Las prioridades están claras. Buscar la verdad y la justicia. Es decir, el bien de todos los hombres. ¿Qué ocurre entonces?, que muchos ensoberbecidos por su egoísmo, avaricia, satisfacciones y pasiones concupiscentes, afán de poder y de riqueza, buscan el favor de las leyes y el de someter a sus caprichos y beneficios propios a los demás. Y, en consecuencia, nacen las leyes que ellos se inventan escondidas en falsas apariencias de verdad y demagogia.

Pero siempre el sábado en función del bien del hombre. No hay otra prioridad por mucho que quieran esconderla.