martes, 15 de octubre de 2019

LA RAZÓN, MURALLA QUE IMPIDE VER LA VERDAD

Resultado de imagen de Mt 11,25-30
Cuando te adhieres a la razón pierdes la capacidad de ver más allá de lo que tu razón te alumbra. La cuestión es que con sólo la razón no podrás descubrir que es lo que hay más allá de las estrellas. No se trata de decir que la razón se opone a la fe, ni tampoco a la verdad, sino que la actitud de querer dar respuesta a todo lo que intuyes desde la razón presenta serias dificultades que te impiden ver y abrirte a la única Verdad. Por eso, los corazones, confiados, sencillos e ingenuos se abren fácilmente a la Verdad. Jesús ya nos lo ha dicho en alguna ocasión invitándonos a ser como niños, condición para entrar en el Reino de los cielos. Se trata, pues, de tener un corazón de niño, un corazón amoroso y abierto al amor de Dios, la única manera de comprender la Misericordia y cercanía de Dios.

Todo lo contrario a aquellos que pasan todo por el filtro de la razón y ponen excusas anteponiendo la comprensión e intelectualidad al amor de Dios. De alguna manera son figuras de Abraham cuando interpretó tener un hijo siguiendo su razón, Ismael - Gn 16, 1-6 - con la esclava Agar. Ismael hijo de la razón y no de la promesa que Dios había hecho a Abraham, encarnada en Isaac. Difícilmente comprederán la Misericordia y el Amor de de Dios. Y es que resultará imposible buscar a Dios desde la ciencia y la sabiduría humana, porque Dios está por encima de ella y nuestra capacidad humana es limitada para comprenderla.

La grandeza de Dios nos supera y sólo con el auxilio del Espíritu Santo podemos comprenderla, pero, para ello, necesitamos abrir nuestros corazones más que nuestras mentes limitadas, y dejarnos invadir por el Amor Misericordioso de Dios. Jesús, nuestro Señor, nos enseña y nos da testimonio con su Vida, de sencillez, de mansedumbre y de humildad, pues, siendo Dios, encarnado en Naturaleza Humana, se abajó hasta hacerse hombre como nosotros, menos en el pecado, y entregar su vida para nuestra salvación.