domingo, 12 de junio de 2011

SE NOS HA DADO EL ESPÍRITU SANTO (Jn 20, 19-23)


No sólo fue una promesa, que con eso basta viniendo de quien viene, sino que se realizó aquella noche de recogimiento, de oración y de temor. De forma, que sólo en actitud de recogimiento, de deseo y silencio interior, el ESPÍRITU invade nuestra alma y hace morada en ella.

Y así sucedió, de repente un ruido del cielo penetró entre ellos y se vieron llenos del ESPÍRITU SANTO, sintiendo al unisono fortaleza, sabiduría y don de entendimiento de tal forma que todos aquellos que les oían, le entendían en su propias leguas. Todo lo contrario cuando nos alejamos de DIOS, como ocurrió en Babel, sus lenguas fueron confundidas y nadie entendía a nadie.

La experiencia de estar en el SEÑOR, asistido por el ESPÍRITU SANTO, nos une, nos alumbra, nos abre nuestros corazones para que podamos cumplir el: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado".

Gracias, SEÑOR, por tu Luz, por tu cercanía en
el ESPÍRITU SANTO. Gracias por tu fortaleza,
por tu sabiduría y por la Gracia de
alumbrarnos y darnos la paz de
que con nuestro esfuerzo,
recibido de tu mano
generosa, seamos
 capaces de
 proclamar tu Palabra. Amén.