viernes, 7 de junio de 2019

EL AMOR ES VERDADERO AMOR CUANDO DUELE

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Jn 21,15-19
Es difícil descubrir el verdadero amor cuando te sientes cómodo y a gusto. No estoy diciendo que estando a gusto y cómodo no se esté amando, pero eso nos gusta a todo y si el amor consistiese en eso a todo nos gustaría amar. O dicho de otra forma, nos sería fácil amar. El verdadero amor empieza a descubrirse cuando empieza a doler. No sé si fue la madre Teresa de Calculta la que dijo que el amor se descubre cuando verdaderamente duele, porque en el dolor es cuando amar cuesta y cuando las exigencias prueban tu verdadero amor. Por eso, no hay amor más grande que aquel que da la vida por otro.

Otra condición del amor es la gratuidad. El amor nos busca correspondencia, ni respuesta, ni pone condiciones. Sólo sabe dar gratuitamente sin pedir nada a cambio. Esa clase de amor es el que enseña Jesús. Lo hizo durante su vida pública en este mundo, y lo sigue haciendo ahora desde la derecha del Padre, donde se encuentra después de Resucitar y Ascender a los Cielos.

Es ahí, a la derecha del Padre, donde ruega por todos nosotros pidiéndole al Padre que nos enseñe a amar como Él, su Hijo, siguiendo su Voluntad. Por eso, Jesús, le pide a Pedro que si le ama tendrá que manifestar ese amor también a los demás. El va a ser el Primado y el responsable de mantener ese amor vivo para testimonio de los demás. Pero, también Jesús sabe de nuestras imperfecciones, de nuestras debilidades y de nuestros pecados. 

Y sabe que somos presa de nuestra naturaleza humana, débil y herida por el pecado. Por eso, deja en manos de Pedro y de sus apóstoles el perdón de nuestros pecados para que tengamos siempre la posibilidad de levantarnos y volver al camino del amor misericordioso.