miércoles, 25 de marzo de 2009

EL ENCUENTRO NECESITA CONOCERSE (I).


Es muy frecuente opinar y argumentar sobre cualquier tema que, desde la razón, podamos discernir y razonar. Pero, es muy frecuente también correr el riesgo de caer en un relativismo, hoy muy de moda, en interpretar dichos razonamientos tal y cual sea mi punto de vista y mis intereses creados.

Así, al hablar de la credibilidad de muchas cosas, nos encontramos que le damos certeza o nos inclinamos por creer lo que también está en sintonía con nuestras apetencias y deseos, y en los cuales hemos puesto nuestra felicidad. Es el tan vituperado autoengaño del que todos sabemos mucho, pero no nos damos cuenta hasta que punto nos inunda y nos engaña. Y digo esto, porque a nadie se le esconde de los efectos malignos del tabaco, del alcohol, las drogas más duras y...etc.

Sin embargo, a pesar de ello, se siguen ingiriendo, y perjudicando nuestro cuerpo, tanto físico como espiritual. Es la ceguera de no querer ver lo que podemos ver, a pesar, incluso, de los efectos que nos lo demuestran y se nos ponen delante. Es la contradicción de la razón ante las apetencias y deseos de los instintos, que someten nuestra voluntad y nos esclavizan.

Porque, si nos revelamos contra todo ese mal que nos somete, encontraríamos la salida de la libertad, que liberando nuestra voluntad sometería a nuestros instintos y los dominaría hasta el punto de hacer lo que verdaderamente es bueno y bien para mi cuerpo y espíritu. Por lo tanto, sólo la Verdad, lo que representa ser bondad, bien y útil para la persona de forma integral, cuerpo y alma, es lo que nos hará ser libre y dirigir nuestra voluntad a ese bien.

Y para ser libres necesitamos encontrar la Verdad y abrir nuestro ojos, que sólo en conocimiento podemos encontrarla. En el conocimiento de QUIÉN nos la puede dar y enseñar. Sabido es que muchos ante tan reto necesitan despertar hambre y sed de buscarla, pues mientras estemos instalados en nuestros instintos y sentimientos sólo percibiremos lo que ellos nos permitan ver, o lo que es lo mismo, estaremos mediatizado y sometidos a sus caprichozas voluntades, que dominan a la nuestra y nos esclaviza.

Por eso pienso que es bueno recordar la Vida y Persona de JESÚS, para acercándonos a ÉL, tratar de discernir qué sabemos de ÉL y que nos dice su Palabra. Con esa intención les dejo con este vídeo que, aunque dura 10 minutos, es poco muy poco tiempo, para lo que puede representar y significar para nuestra vida. Y que, en la medida que pueda, iré derramando en sucesivos vídeos las imagenes y hechos que nos acerquen al Mensaje del SEÑOR.