sábado, 5 de marzo de 2022

UN DIOS QUE NO PIENSA COMO NOSOTROS

Pensamos que somos buenos, o, en su defecto, que cumplimos con la voluntad de Dios. Sin embargo, somos consciente de que pecamos y nos confesamos pecadores. Hablamos – oración – con un Dios que, quizás inconscientemente lo acomodamos a nuestros intereses y conveniencias. 

Lo hacemos semejante a nosotros y no, nosotros semejante a Él, que es como es realmente. Queremos un Dios que haga justicia, condene y castigue como pensamos nosotros. Un Dios a nuestra medida y según nuestros criterios, deseos y leyes.

Pero, Dios no es así. Dios es Infinitamente Bueno, Justo y Misericordioso. Un Dios que, a pesar de nuestros pecados, de nuestras indiferencias y de nuestras soberbias y rechazos, nos ama infinitamente, nos espera pacientemente y nos perdona misericordiosamente. Un Dios Bueno, Clemente y Misericordioso. Un Dios anti - agresión y amigos de los pobres, inocentes y marginados. Un Dios amigos de publicanos y pecadores. Un Dios que no piensa como nosotros y que no merecemos ni somos dignos de nuestro perdón. Un Dios que nos ama y, por amor, nos regala la salvación y Vida Eterna. Para eso ha venido, para salvarnos, por eso busca a los pecadores. Son los que necesitan al Médico.