sábado, 9 de septiembre de 2023

LEYES O SERVICIOS

Es evidente que la ley está para regular la convivencia entre los hombres. Es evidente que sin reglas o leyes los pueblos se verían avocados a un caos o anarquía que haría imposible su convivencia. Sin embargo, por eso el hombre debe replantearse y revisar esas leyes que a veces están no para servir al hombre sino para esclavizarle.

Jesús, el Señor, se plantea ese problema y pone al hombre antes que la ley. No está la ley del sábado para someter al hombre y paralizar su vida, sino todo lo contrario, el sábado debe servir para estar en función del hombre, criatura de Dios. Y Jesús, no quita sino pone esa nueva forma de ver las cosas y orientarlas al servicio del hombre.

Él es el Señor del sábado y el sábado está para adorar y amar a Dios, pero también para amar al hombre. Por tanto, para servirle no imponerle cargas que le pesan demasiado hasta el punto de doblarle la espalda. Porque, no podrás amar ni adorar a Dios en verdad y espíritu sino amas al hombre. Sería una contradicción adorar y amar a Dios y posponer el bien del hombre que está a tu lado.

Y eso nos abre el interrogante de revisar y revisarnos. Las leyes puestas por los hombres obedecen en muchos casos a circunstancias concretas que deben revisarse y estar sujetas a cambios siempre en función del bien del hombre. Nunca la ley por encima del bien del hombre.

Todo debe ir orientado a servir por el bien del hombre y también la ley. Por tanto, como hombres sujetos a error, nos equivocamos y debemos estar siempre en actitud de renovarnos y bien si en realidad legislamos para servir o para servirnos.