sábado, 21 de enero de 2023

MUCHOS DE SU EN TORNO NO LE COMPRENDEN

Mc 3, 20-31

Jesús tiene dificultades. Muchos de su entrono y familia dudan de Él y empiezan a pensar que es un loco. Su presencia atrae y convoca a mucha gente. Su familia se ve asediada en su presencia y en la deshonra de un miembro de la familia. Es criticado y su fama de agitador, diríamos hoy activista, se extiende por todo Cafarnaún.

Molesta, su manera de actuar compromete a los sumos sacerdotes y escribas. La ley del sábado se tambalea y eso hace temblar los cimientos de una ley abundante de preceptos y normas que en vez de liberar oprime y somete al hombre. El mensaje que trae Jesús y proclama es Buena Noticia. Libera y salva a todo aquel que se deja invadir de su Palabra y de su Bondad.

Es un mensaje cargado de buenas noticias, de verdad, de paz y de justicia. Un mensaje de igualdad respecto a la dignidad y a los derechos de toda persona. Un mensaje que libera al pobre, al oprimido y al esclavo. Un mensaje que a muchos, ya acomodados, bien situados y confortados cómodamente no les interesa. Es evidente que la propuesta es confabularse para tildarlo de loco y borrarlo del entorno social.

¿No les recuerda esta situación vivida por Jesús en su tiempo a muchas otras que en estos momentos estamos viviendo? Muchos que hoy defienden la verdad, la justicia, la transparencia y los valores son tildados de locos y fascistas. Molestan a los que ya están en el poder y les impiden hacer lo que les interesa. Cuestionan sus leyes dirigidas a sus propios intereses y no a los del pueblo.

Sí, está claro, cuando alguien dice la verdad y defiende al pueblo. Sobre todo al pobre y desvalido, es tachado de loco y de perturbador. Sin embargo, debería extrañarnos que dos mil años después su Buena Noticia siga vigente y actualizada. ¿No es esto una prueba de su Divinidad?