viernes, 21 de octubre de 2022

EL ARTE DE SABER INTERPRETAR LOS SIGNOS DE NUESTRO MUNDO.

Sí, sabemos cuando va a llover, al menos así lo apreciamos por el estado del tiempo: viento, nubes, humedad…etc. Y, de la misma manera, cuando el viento sopla de una manera determinada interpretamos que, posiblemente, va a hacer bochorno. Nos preguntamos, ¿por qué nos atrevemos, y con mucha posibilidades de acertar, de interpretar los signos de los tiempos, y no pensamos, discurrimos y discernimos sobre el tiempo presente de nuestra vida y su trascendencia?

¿Acaso no sabemos que es lo que es verdad o mentira? ¿Acaso no sabemos que es lo que está bien o mal? ¿Acaso no sabemos y entendemos lo que es justo o injusto? ¿Es que ignoramos que estar con Xto. Jesús y cumplir su Voluntad nos exige fraternidad, relación con misericordia, justicia y verdad en nuestras relaciones con los demás? ¿Es que ignoramos que los más necesitados, pobres, inocentes y marginados son los preferidos por Jesús? ¿Acaso no ha venido por y para defenderlos de los poderosos, mentirosos, abusadores, explotadores señores egoístas del mundo?

Ahora, sabido esto, ¿en qué situación o estado nos encontramos nosotros? ¿Somos capaces de reflexionar y enfrentarnos a esta situación? Y, es más, ¿estamos dispuesto a cambiar y darle un giro pleno y total a nuestra forma de vivir de acuerdo con la Voluntad de la Palabra de Dios?

Pues, si eso es así, Jesús nos invita en el Evangelio de hoy viernes a dar ese cambio. Indudablemente que cuesta. Decir lo contrario sería mentirnos a nosotros mismo. Jesús, el Señor, no nos lo ha ocultado. Pero, con la Gracia del Espíritu Santo, se puede cambiar. Solo necesitamos estar dispuestos. La Gracia de Dios irá haciendo el trabajo de conversión sin apenas darnos cuenta. Nosotros solo colaborar con esos pequeños sacrificios que la vida en cada momento nos exige. Y si perseveramos y nuestro corazón lo desea firmemente, nuestra vida irá conformándose a la Voluntad de nuestro Padre Dios. ¡No tengas miedo! Prueba y verás.