jueves, 12 de diciembre de 2019

JUAN, EL QUE PREPARA EL CAMINO

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Mt 11,11-15
Todos podemos descubrirnos en Juan porque, como él, tenemos la misión y la necesidad de preparar el camino de nuestro propio corazón y también el de aquellos que se relacionan con nosotros. Precisamente, este tiempo de Adviento nos anuncia y nos previene a prepararnos para acoger en nuestros corazones el nacimiento del Niño Dios. Porque, Jesús, el Dios hecho Hombre, nace cada día en nuestro corazón y nos alimenta y fortalece para anunciar en todos los acontecimientos de nuestro vivir diario que Él da verdadero sentido a nuestra vida y la llena de esperanza y de gozo eterno.

Un gozo eterno que no podremos encontrar en las cosas de este mundo. Porque, son caducas y no nos dejan satisfechos plenamente sino, a medias y temporalmente. Por eso, siempre queremos más, como dice esa famosa canción.  Ahora, tiempo de Adviento se nos presenta un tiempo adecuado para preparar nuestro corazón a acoger el Anuncio de la Buena Noticia de Salvación. Una Buena Noticia que se resume en que Dios, nuestro Padre nos Ama. Nos Ama con mayúscula hasta el punto de dar su Vida por cada uno de nosotros. Una Vida Infinita y Eterna, de Incalculable Valor a cambio de una vida menos que minúscula, caduca y que no vale nada. ¡Cuánto Amor inmerecido nos ofrece el Señor! ¡Y cuanta necedad por parte nuestra que lo dejamos escapar por una basura mundana y caduca!

Juan el Bautista es el elegido y enviado a preparar el camino al Señor. Es él el que anuncia que la llegada del Mesías prometido está próxima y que será Él el que bautizará con Espíritu y fuego. Un Bautismo que nos limpia de todo pecado y nos fortalece para la lucha de cada día contra el poder del Maligno. Juan sabe perfectamente cuál es su misión y lo que corresponde a él hacer. Descubre la Persona de Jesús donde otros sólo ven un profeta entrometido o atrevido. Ve en Él al Mesías prometido que viene a salvar al pueblo de Israel y a liberarlo de la esclavitud del pecado.

Juan conoce su papel y sabe que, preparado el camino, debe poner todo en Manos de Jesús. Le señala como el Mesías al que deben seguir todos. Y así se lo dice a sus discípulos. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.