lunes, 29 de agosto de 2022

UN ESTILO DE VIDA

Juan imitó a Jesús desde que le reconoció y saltó de gozo, ante su presencia, en el vientre de su madre Isabel cuando su prima, María, Madre de Dios, le visito en su estado de gestación. Juan, precursor, no solo preparó el camino a Jesús sino que vivió su estilo de Vida. Y lo hizo de tal manera que fue ejecutado por defender la verdad y ser fiel a la Palabra de Dios, hasta el punto de que el mismo Herodes, que mandó a matarlo, creía que Jesús era Juan resucitado.

Ese es el ejemplo que Juan, el bautista, nos deja: «Decir la Verdad y defenderla hasta el extremo de dar la vida si es menester». Y ese es el camino que debemos, todo cristiano, tomar. Posiblemente, cada uno según su capacidad y fortaleza. Porque, todos no somos Juan el bautista, ni todos tendremos la misma misión. Pero, sí, todos tenemos el deber de vivir en la Verdad y defender y proclamar la Palabra de Dios.

Y desde ahí tendremos que plantearnos nuestra vida. ¿Estoy yo siendo luz y verdad para los que me ven a diario y se relacionan conmigo? ¿Y llevo esa Palabra y esa Verdad como testimonio de mi vida ante los que me ven? Creo que ese es el ejemplo, entre otros, que podemos concluir de esta humilde reflexión. Vivir en el esfuerzo de preparar el camino a todos aquellos a los que puedo dar testimonio con mi vida.

 

—Supongo —dijo Pedro— Juan es un buen ejemplo para, tratando de imitarle, llegar también a vivir ese estilo de vida que nos ha transmitido Jesús con su Palabra y Obras. —¿No te parece, Manuel?

—Sí, estoy totalmente de acuerdo. La vida es un camino y Juan, de alguna manera, nos lo prepara también a nosotros.

Así es, la vida de Juan es un testimonio de entrega, de abajamiento, de humildad hasta el extremo de entregar su vida por servir al Señor, al Mesías que Él anunció con su palabra.