miércoles, 22 de enero de 2020

COMPASIÓN ANTE EL SUFRIMIENTO

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Mc 3,1-6
Jesús viene a liberarnos del sufrimiento. Busca nuestra felicidad y nos la ofrece libremente. No nos coacciona ni nos presiona, simplemente nos la propone y ofrece gratuitamente. Tienes libertad para tomarla o rechazarla. O coger la que tú creas. 

Sabemos que el sufrimiento es causa del pecado, que consiste esencialmente en rechazar a Dios. Eso significa dar la espalda a la verdad, a la justicia y, sobre todo, tal y como hemos dicho, a Dios: Camino, Verdad y Vida. Cuando el hombre pierde la huella de Dios se pierde, valga la redundancia, en el pecado y, como consecuencia, el sufrimiento.Sufrimiento que siempre está presente en nuestra vida y que, tarde o temprano llega como consecuencia de nuestros propios pecados.

Sólo, instalados en el Espíritu Santo podemos asumirlos y aceptarlos de otra manera y darle sentido llenándonos de esperanza y de paz. Sabemos, y es cosa cierta, que la muerte nos llega en algún momento, no conocemos el día ni la hora, pero sí que llegará. Sin embargo, también sabemos que, injertados en el Xto. Jesús, esa hora no es definitiva ni la última de nuestra vida. Es el paso de la muerte a la Vida nueva, a la Vida Eterna que Jesús nos promete si creemos en Él.

Esa es la Buena Noticia que Jesús nos trae y nos anuncia. Es la Buena Noticia de la Misericordia ante la ley excluyente y condenatoria. Es la compasión ante el sufrimiento y la marginación. Jesús no puede dar la espalda ante el sufrimiento del hombre. Está a su lado y continua estando en este momento a nuestro lado.Confiamos y creemos en Él.