miércoles, 1 de julio de 2020

LA ECONOMÍA ANTES QUE LA VIDA

Mateo 8,28-34 - Él les dijo: «Vayan.» - Roguemos al Señor
Mt 8,28-34

El Evangelio de hoy nos descubre lo que verdaderamente somos, porque, en la actualidad estamos viviendo lo que el Evangelio, hace ya aproximadamente dos mil años, nos ha denunciado. Aquel pueblo, dice el Evangelio, salió adonde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país. ¿No te descubre esas palabras la realidad que vivimos actualmente en este tiempo de pandemia?

Sí, anteponemos la economía y, al menos lo parece, nos preocupa más que la propia vida. Eso es lo que se deja ver en este tiempo de confinamiento. Se habla y nos preocupa más nuestra situación económica que las muertes que ha ocasionado esta pandemia. Incluso, muchos, sobre los que recae la responsabilidad de muchas muertes, hablan de salvar vidas cuando son responsables de tantas muertes. Y todo se quiere justificar con la recuperación económica.

Sin embargo, Jesús toma el riesgo de enfrentarse a esos demonizados y los expulsa para liberar al pueblo de ese mal demoniaco. Porque, Jesús no ha venido a pasarlo bien ni a acomodarse en el bienestar, prestigio y la seguridad. Jesús interviene y aleja al demonio de nuestro lado para despejarnos el camino y señalarnos la ruta por donde ir hacia la liberación, la paz, la felicidad y la Casa del Padre. Pero, ¿qué hacemos nosotros al respecto? Preferimos nuestros proyectos, nuestras seguridades y nuestra economía y dejamos todo lo que no entren dentro de nuestro interés.

¿Somos libres?, no podemos preguntar. ¿Libres de qué? ¿Acaso no estamos sometidos a la economía, a la riqueza y al bienestar, hasta el punto de dar más valor a ella que a la vida? ¿Qué clase de libertad es la que tenemos? ¿Una libertad dirigida, esclavizada y sometida al interés material? ¿Y es eso libertad? Responder a esas preguntas y otras más será un ejercicio que nos puede ayudar. Claro, si lo hacemos desde una honrada y sincera intención de buscar la verdad.