jueves, 9 de mayo de 2024

TRISTEZA CONVERTIDA EN ALEGRÍA

Con estas palabras termina el Evangelio de hoy: (Jn 16,16-20): En aquel tiempo, Jesús habló así… En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo».

Y con esa alegría que Jesús nos promete terminará nuestro camino por este mundo. Esa es la idea y esperanza que debe permanecer a flote en el centro de nuestro corazón. Nuestro final, pase lo que pase, de permanecer en el Señor, será un final de gozo y alegría. Porque nuestro destino, llamados a una vida eterna en plenitud, está en creer y ser fiel a la Palabra de Dios. Esa perseverancia y fidelidad se convertirá en un inmenso gozo de felicidad eterna.

Y es que nuestra vida es sencillamente un «poco». En más de una ocasión hemos oído decir que la vida son cuatro días, y la realidad es que es así. Aparentemente nos parece mucho tiempo, pero se nos va sin darnos cuenta. Basta echar la mirada hacia atrás para darnos cuenta cuantos familiares y amigos nos han dejado ya.

Es evidente que durante este camino pasamos quizás más tiempo con tristezas, penas y sufrimiento que con alegrías y felicidad. Pero, también sabemos, al menos los que creemos en la Palabra del Señor, que al final llegará el gozo, la alegría y felicidad eterna. Entonces ya no habrá más llanto ni tristeza, todo será eternamente alegría y felicidad junto a Padre Dios.