jueves, 15 de septiembre de 2022

MARÍA, AL PIE DE LA CRUZ

María se mantiene firme y, a pesar del dolor de ver a su Hijo en la Cruz, se sostiene firme y a su lado. ¡Claro!, sufre y se desmaya, pero, llena de dolor y, por la Gracia del Padre, soporta y persevera al pie de la Cruz. Es María, la Virgen de los Dolores que hoy celebramos. Celebramos y recordamos esos momentos de dolor y sufrimiento que nos pueden servir a nosotros de referencia para nuestra vida.

No perdamos nunca la fe en el Señor y pidamos al Padre que nos dé esa fortaleza y esa Gracia de saber resistir y superar los momentos de cruz que nos traerá nuestra vida. Porque, llegarán tarde o temprano. Pidamos a María, nuestra Madre, que interceda al Padre para que también nosotros podamos, por la Gracia de Dios, soportar con paciencia y, sobre todo, fe, los momentos de debilidad donde nuestra esperanza y paciencia se derrumban y se sienten vencidas.

Miremos a María frente a su Hijo. Miremos su sufrimiento, pero también su fe y su esperanza. Ella supo esperar que Dios le diese la fuerza y fortaleza para, sin perder la fe en su Hijo, alcanzar la Gracia de permanecer firme a la Voluntad de Dios Padre. Amén.

 

—Si observas y miras a tu derredor, Pedro, verás que la vida es un camino donde el dolor y sufrimiento están en él. Y, pienso, que solo aceptándolo desde la Cruz y junto al Señor se puede superar. Porque, quieras o no, el dolor llegará siempre.

—Estoy de acuerdo. Tarde o temprano llegará el sufrimiento. Sabemos que tendremos que morir y tenemos miedo a la enfermedad y al dolor.

—Sí, y esa son nuestras cruces que, compartiéndolas con el Señor, podemos aliviarnos y llenarnos de esperanza y gozo. Porque, sabemos que un día llegará la gloria eterna.

 

«No hay escapatoria, pensaba Manuel. El camino está definido: nacemos y morimos, y ese espacio llamado vida nos deparará momentos de alegría y momentos de sufrimientos. Pero, un día llegará el final. Luego, será el gozo eterno o el rechinar de dientes. Todo dependerá a que cruz te has agarrado. A la que te ofrece el mundo o a la que acepto Jesús por ti