viernes, 2 de octubre de 2020

LA LLAMADA A SER PEQUEÑO

 

Mt 18,1-5.10

Según la lógica humana, la grandeza del hombre está en el poder y le viene dada por las riquezas. De modo que el dinero tiene gran importancia para, y según el hombre, ocupar puestos relevantes y de gran importancia. Desde esta perspectiva, ser grande e importante comporta tener riquezas y, por tanto, poder. Y será más grande e importante aquel que tenga más poder. Así que buscar los primeros puestos conlleva ser grande.

Esa fue la pregunta que los discípulos le hacen a Jesús en el Evangelio de hoy. Es lógico que los apóstoles, como hombres y desde la lógica humana, aspiren y quieran ser grandes y, por tanto, ocupar los primeros puestos. Es la manera que ellos descubren para ser el más importante. Sin embargo, Jesús no tiene esta lógica, o dicho de otra manera, la lógica de Dios no coincide con la nuestra. 

La lógica de Dios es otra y su preferencia en importancia está en los más pequeños. Esos son sus preferidos. Y lo son porque son indefensos, débiles y pequeños. Se sienten inseguros y buscan y necesitan seguridades. De ahí que busquen a un Padre. Un Padre bueno que les guarde, les defienda y les proteja. Y que sientan la necesidad de abrirse a su llamada, a su Buena Noticia y su promesa de Salvación. Evidentemente, son los pobres los que escuchan. Y el mejor ejemplo es el niño. Un niño se siente débil, inseguro y busca la seguridad y protección de un padre y una madre.

Esa es la actitud que nos pide el Señor Jesús cuando nos dice: (Mt 18,1-5.10): En una ocasión se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: « ¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?». Él llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien... 

Reconocer nuestra pequeñez y nuestra pobreza y, como si de un niño se tratara, buscar el amor y la protección de su Padre del Cielo. Ese es el que será más importante delante de Dios.