domingo, 20 de enero de 2013

LO ÚLTIMO ES LO BUENO

Juan 2:1-12

Es la sugerencia que hoy me viene a mi corazón. Nunca había pensado en ello a la hora de reflexionar este pasaje de la vida de Jesús. Es el primer momento de su vida donde su persona salta a la fama, por decirlo de una forma más coloquial y de nuestro tiempo. Y con la singularidad de ser de la mano de su Madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que Él os diga».

Se termina el vino primero, las cosas que nos rodean de forma más directa y nos tientan a consumirlas. Es la vida primera, la que vivimos rodeados de tentaciones apetecidas por nuestros cinco sentidos. Sin embargo, al final aparece el vino mejor, el bueno: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora».

Sí, ese es el vino que nos espera al final de nuestra vida, el mejor vino que guarda nuestro Padre Celestial para cada uno de nosotros. Primero beberemos del vino, a veces amargo, otras dulce, del recorrido de nuestras vidas. Un vino cosechado por nosotros mismos, lleno de impurezas y muchas veces avinagrado, pero luego, al atardecer de nuestra vida aparecerá el vino bueno, el eterno dulce que nos alegrará para siempre. El mejor y único Vino cosechado por el Verdadero Maestro.