martes, 7 de noviembre de 2023

INVITADOS AL BANQUETE ETERNO

¿No te has dado cuenta de que eres libre? Quizás pienses que lo sabes, pero no adviertes que estás sometido a muchas apetencias, apegos y esclavitudes. ¿Acaso no te esclaviza y domina el tabaco, alcohol, sexo, riqueza, poder, fama…etc.? ¿Sientes deseos y eres capaz de liberarte? Esa es la cuestión, descubres que creado en y para ser libre te ves sometido y esclavizado.

Lo peor no es eso, sino que no hayas advertido que has sido invitado a Banquete de la libertad, por un mundo mejor, en paz y en plena felicidad. A ese banquete estamos invitados y rechazarlo sería perdernos precisamente ese tesoro que andamos buscando: la felicidad eterna.

¿Acaso no te has dado cuenta de que en este mundo y todo lo que ofrece no está esa plena felicidad que buscamos? ¿Tu propia experiencia no te lo deja claro o es que estás embobado y seducido ciegamente por el príncipe de este mundo? Es verdad que hay que luchar y sobreponernos a la adversidad, a nuestras propias inclinaciones y a las apetencias y egoísmo de nuestra propia naturaleza herida por el pecado. Pero es ahí donde realmente se encuentra el sentido de esta vida y donde realmente se esconde esa felicidad que buscamos. Ahora en este mundo, y luego en el otro, el Reino de Dios.

Y a ese estás invitado. Esa invitación al Banquete del que habla el Evangelio de hoy significa todo eso. Aceptar la invitación es aceptar la Palabra del Señor, abrirle nuestro corazón y seguirle.

¿Cómo? Tratando de vivir en su Palabra y frecuentando el Sacramento de la Eucaristía y Reconciliación, alimentos espirituales que nos fortalecen y nos dan la Gracia para vencer en esta lucha contra el mal y vencernos a nosotros mismos contra nuestras malas inclinaciones.