lunes, 29 de julio de 2019

EL MAL NO CUENTA PORQUE YA ESTÁ VENCIDO

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Jn 11, 19-27
No hay porque preocuparse porque la lucha se ha terminado. Cristo, el Señor, ha vencido en la Cruz a la muerte y el mal ha sido vencido. ¿Qué significa esto? Significa que la lucha entre el bien y el mal ha terminado y que la victoria está garantizada por Jesús con su Muerte en la Cruz. Allí se han acabado todos nuestros males, el mal ha sido vencido y nada puede hacernos. ¿Qué quién lo garantiza? Nada más ni nada menos que Jesús, el Señor, el Hijo de Dios Vivo.

Quizás surja en ti esta pregunta, ¿entonces por qué hay mal en el mundo? Podemos responder con otras preguntas, ¿crees que en un paraíso te acordarías de Dios o te acercarías a Él? ¿Piensas que si todo te va bien y como tú deseas te acordarías de Dios? Una respuesta sincera nos llevaría a responder que no. Cuando la vida va a nuestro favor y todo nos sonríe vivimos según nuestros proyectos, nuestras apetencias y nuestros deseos, que no son otros que vivir bien y pensar sólo en nosotros. Eso es lo más sensato y lo que posiblemente ocurriría.

Sin embargo, en las dificultades, frente a los problemas y ante la adversidad tomamos conciencia que la vida no está en nuestras manos y que quien únicamente nos puede salvar es el Señor. Descubrimos nuestra impotencia y buscamos al Señor, tal y como experimentó Marta, nuestro salvador. Dios permite el mal porque representa un bien para nosotros. Detrás de la enfermedad está nuestra salvación, porque nadie puede salvarnos, pero sí el Señor, tal y como dijo Marta. Sólo nos hace falta confiar y creer en la Palabra del Señor. Él es la Resurrección y la Vida.

¿Cómo te sientes? ¿Estás más tranquilo? Nada puede vencernos si estamos en Manos del Señor y creemos en su Palabra. No hay nada que nos pueda hacer daño, ya lo dijo Pablo - Rm 8, 35- 37 - porque Jesús está con nosotros y eso es garantía de Vida Eterna, pues Él ha vencido a la muerte Resucitando para Gloria de Dios.