domingo, 31 de marzo de 2013

RESURRECCIÓN



Es el fundamento y la esperanza de nuestra fe. Si Jesús no ha resucitado, yo soy el más bobo de los bobos, y pierdo el tiempo empeñándome en hablar de un muerto que no pinta nada. ¡Pobre de mí!, y de todo el tiempo que he perdido proclamando a los cuatro viento.

La Roca donde se apoya toda nuestra Verdad es la Resurrección de nuestro Señor Jesús. Vive y habita entre nosotros. Experimentamos su presencia y su aliento. Su Espíritu nos guía y nos asiste en nuestras tribulaciones y obstáculos que nos salen al paso en nuestro camino.

Jesús vive, y en Él se cumple todo lo profetizado, incluso su Resurrección. Ahora tenemos de y en quien fiarnos. A pesar de tantas mentiras y traiciones que este mundo nos ofrece, tenemos la esperanza de sentirnos salvados, protegidos y redimidos de nuestros pecados por la Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesús.

Esta mañana gloriosa del domingo de Resurrección, recibir de Pedro y Juan, los discípulos que creyeron a las mujeres y corrieron al sepulcro, que Jesús vive, pues el sepulcro está vacío, es la Mayor de las noticias, y la esperanza que da sentido a nuestras vidas. Todo se ha cumplido como estaba profetizado. Jesús nos salva y nos llama, con su Muerte y Resurrección, a vivir una vida de paz y felicidad eterna por amor.