La vida es siempre gozo. Y lo es porque hemos sido creados para vivir gozosamente y ser felices eternamente. Ahora, es preciso recorrer una etapa que nos llevará a ese punto de gozo y felicidad eterna. Y es gozo porque también es esperanza. Una vida sin esperanza no será nunca gozosa. Ahora, podemos preguntarnos, ¿por qué es gozosa la vida? ¿Acaso aquellos que no lo son - lo pasan mal - experimentan gozo en sus vidas? Tendrá que haber alguna razón o razones que den esa alegría y ese gozo a la vida.
No puedo hablar por otros, pero si puedo dar razones del por qué para mí la vida, vivida en Jesús, es fuente de gozo, alegría y esperanza. Primero, porque, la Palabra de Jesús, no sólo el Jesús humano - Naturaleza - sino el Jesús - Divino - Resucitado para Gloria de su Padre, me lo proclama y lo dice bien claro: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
Segundo, porque, aún en los momentos de zozobra, tempestades, sufrimientos y miserias, siempre está viva la esperanza de levantarse - parábola del hijo pródigo - y volver a la Casa del Padre. Y, tercero, entre otras muchas, porque en ese camino, ya sea con o sin sufrimiento, la experiencia de amar llena plenamente mi alma.