martes, 2 de julio de 2024

HOMBRES DE POCA FE

Sin ninguna duda, aunque en muchos momentos de mi vida me parece tener fe, soy de los que creen que mi fe es poca y débil. Supongo que zarandeado por tempestades de ese calibre mi fe sería muy poca aunque me cueste creerlo. Porque, una cosa es lo que decimos y creemos en momentos de calma y luz, y otra, vernos en la oscuridad de la tempestad y sin vislumbrar ningún atisbo de esperanza.

No tengo ningún problema en confesarme pecador, porque realmente lo reconozco y lo soy. Pero, tampoco pierdo, por ello, la esperanza, porque creo, eso sí, que mi Padre Dios me quiere salvar y me perdona todas mis debilidades y pecados. Y ese confiar en la Infinita Misericordia de mi Padre Dios me fortalece, me aviva mi camino, me llena de esperanza y me levanta en medio de las tempestades que asolan mi vida.

Y no dejo de pedirle que aumente mi fe y que llene mi corazón de luz y paz. Porque, he de tener muy en cuenta de que en la presencia de Dios todo peligro queda reducido a la nada, pues con Él podemos estar tranquilos y hasta dormir.