lunes, 31 de julio de 2023

LA MÁS PEQUEÑA E INSIGNIFICANTE. POSIBLEMENTE LA QUE NADIE ESCOGERÍA.

De poco Jesús saca mucho. Su poder se descubre en lo pequeño e insignificante. Fueron simplemente doce discípulos los que eligió para que le ayudaran a anunciar su mensaje de amor y misericordia. Y doce elegidos de entre los más humilde, analfabetos y pobres. Se supone que para anunciar su mensaje debería haber escogido gente formada, bien preparada y de lo mejor de aquella época.

Es evidente que se hace más visible su poder escogiendo lo pequeño, lo pobre y humilde para tan alta misión. De lo insignificante consigue lo grande, darle la vuelta al corazón endurecido y egoísta del hombre. Y esto significa que para entrar en su Reino, ser su amigo y discípulo habrá que empezar por la humildad. Y hoy, en esta parábola nos habla de la semilla más pequeña e insignificante que nadie escogería como ejemplo de poder y fuerza.

Está claro, Jesús nos exige ser pequeños como niños abiertos a toda ilusión y creatividad.  Pequeños en actitud de disponibilidad, de aprender, de considerarnos pequeños y humildes para, desde la mano de Dios, crecer como esa pequeña semilla hasta dimensiones donde los pájaros llegan a anidar y donde la levadura fermenta toda la masa hasta el punto de hacernos ver que es su Poder lo que realmente hace todo. Simplemente, ha querido que nosotros, sus criaturas, tengamos una pequeña participación que el mismo nos ha concedido.

Y nos ha dejado la libertad para responderle. Una libertad que solo pasa por, injertados en Él, dejarnos conducir por su Espíritu y dar esos frutos que se espera de nosotros. Porque, precisamente esa pequeñez es la que nos descubre su Poder y que todos nos viene de la mano de Dios, nuestro Padre, concedido de manera gratuita y misericordiosa. Al considerarnos pobres y pecadores asumimos nuestra verdadera condición humano y entendemos que solo Dios, por su Amor Infinito y Misericordioso, nos salva, nos rescata, nos devuelve la dignidad de ser sus hijos y nos da la plenitud de la felicidad eterna.