miércoles, 20 de enero de 2021

OBCECADOS POR LA SOBERBIA


A la hora de plantearnos la fe, el principal obstáculo que hay que vencer es la soberbia. Nuestra soberbia y suficiencia de creernos superiores y, por tanto, ¿quién es este que viene a darme órdenes? Sí, reconocemos a Dios, pero un Dios lejano, que no nos molesta y que, según mis intereses, me permite hacer lo que quiero o entiendo.

Ese es el dios de las mayorías. Un dios que no compromete sino que se adapta a tus ideas, a tus conveniencias e intereses. Un dios que lo administras tú y que no te exige sino que camina según tú lo dirijas. Un dios que no compromete sino hasta donde tú le permites, pues antepones tus intereses a él. Un dios de leyes prácticas y costumbres en las que te encuentras a gusto y bien. ¿Y quién es este para cambiarnos nuestras leyes?, nos preguntamos. ¿Por qué se empeña en modificar nuestra ley del sábado?

Pero, lo verdaderamente importante es saber dónde estamos, ¿al lado del sábado que somete al hombre, o al lado de Jesús que pone el sábado en función del hombre? Porque, esa es la cuestión. ¿Dónde me sitúo yo? ¿Estoy con Jesús o hago yo mis propias leyes? A ti te toca decidir.