lunes, 4 de abril de 2022

LA LUZ NOS DESCUBRE QUIENES SOMOS

 

No busquemos luz donde no la hay, porque, la luz del mundo es opaca y no nos alumbra el verdadero camino que nos lleva a la Vida Eterna, esa chispa que arde dentro de nosotros y nos llama irremediablemente a la eternidad gozosa y plena. La Luz que buscamos, la que verdaderamente alumbra es Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida. En Él podemos encontrar esa Luz que buscamos y que, verdaderamente, nos alumbra e ilumina para mirarnos interiormente y vernos tal y como somos: imperfectos y pecadores, necesitados de y para ir mejorando y alcanzando la perfección, cuyo modelo es Jesús. En Él nos miramos y, tratando de imitarle, seguimos sus pasos.

Jesús, nuestro Señor, es el enviado del Padre, a quien nadie conoce ni ha visto. Y, precisamente, no le conocen porque se resisten a conocer a Jesús, que viene en nombre del Padre y avalado por el Padre, que da testimonio de Él. Su testimonio es, pues, valido porque sabe quien es y en nombre de quien viene. Y, precisamente, viene a alumbrarnos nuestra vida, nuestro interior, nuestras imperfecciones. Porque, si nos reconocemos imperfectos, nuestro camino debe ir mejorando y caminar hacia la perfección, a pesar de queo no podamos alcanzarla plenamente.

Vernos interiormente tal y como somos: nuestra naturaleza herida por el pecado: soberbia, vicios, debilidades y pasiones que avivan nuestras flaquezas y caídas, y ponen de manifiesto nuestra impotencia para resistirnos y liberarnos de la tentación al pecado. Y solo Jesús nos ilumina, nos libera y nos señala el camino a seguir.