viernes, 29 de octubre de 2021

ENDIOSADOS CON LA LEY

Lc 14,1-6

Ellos - los que quieren mandar - imponen la ley y la ponen por encima del hombre. Endiosados en ella quieren ponerla hasta por encima de Dios y les molesta que ese Jesús les ponga entredicho que el hombre está antes que la ley y que el sábado se ha hecho para el hombre, no el hombre para el sábado.

Gustan de la ley porque, la ley, está hecha por ellos y atendiendo a sus intereses y egoísmos. Esto no sucedió solamente en tiempo de Jesús, sucede hoy con otras muchas cosas. La vida sometida a la ley, y el aborto como un derecho. Mucho más grave que la ley del sábado en tiempos de Jesús. 

Nunca puede justificarse la muerte, y menos cuando se trata de un inocente vivo en el vientre de su madre. ¿Cómo puede considerarse matar un derecho? Se vuelve - en pleno siglo XXI - a poner la ley ante los derechos del hombre. Y en cosas tan importantes como la vida misma. Mientras, se protegen los derechos de los animales por encima incluso que los del embrión o feto gestante.

Como podemos observar y percibir, esto de la ley del sábado no es cosa simplemente antigua, sino que vuelve a repetirse hoy, eso sí, con otras connotaciones y matices diferente, incluso, más graves. Ya no se trata de prohibir, sino de quitar la vida y decidir quien tiene derecho a nacer o no.

Convendría reflexionar seriamente sobre lo que anida primero en nuestros corazones. Sí, ¿la obediencia a la ley, sostenida en y por los hombres, o la Ley que nos viene dada por Dios y escrita en nuestros corazones?