viernes, 9 de junio de 2023

¿ES EL MENSAJE DE JESÚS BUENA NOTICIA PARA MÍ?

Todo se reduce a tu fe. ¿Crees en la Palabra de Jesús de Nazaret? ¿Crees que ha padecido, que fue crucificado, muerto y sepultado? ¿Y Crees que Resucitó? Esa es la cuestión. Así lo ha anunciado Jesús y así lo han creído los que le han seguido y nos han transmitido esa Buena Noticia.

Razones hay muchas para creer, pero, también hay muchas justificaciones escondidas en apariencias y auto engaños que pueden justifica tu propia traición. Eres libres y eso significa que puedes creer o no creer. Esa es simplemente la cuestión.

Lo verdaderamente importante es escrudiñar en tu interior y seriamente experimentar que te dice tu corazón. Sientes deseos de búsqueda de la verdad; sientes deseos de amar el bien, la verdad y la justicia. Luego, si lo sientes, ¿por qué no lo vives? Quizás te ves atraído por la codicia, el egoísmo, la envidia, el placer, la riqueza, concupiscencia…etc. Y aunque te seducen, tu conciencia te dice que no actúas bien. Posiblemente lo escondes y lo disimulas. Pero esa es la realidad. El pecado nos hace caer.

Esa llama que escondes en tu corazón y que te descubre tus deseos de amar y de vivir en la verdad es la impronta de tu Padre Dios que ha sido sellada en tu corazón. Tu alma es semejante a la de tu Padre Dios y por eso sientes como Él que la verdad y el amor es lo único grande y verdadero y lo que te llena plenamente de felicidad. Experimentas que, como hijo, eres semejante a tu Padre.

De ahí que el mundo, a pesar de que muchos rechazan esa Buena Noticia busca establecer la paz, la concordia y la verdad entre los pueblos. Y eso se debe a que en lo más profundo de sus corazones está sembrada esa semilla de amor semejante a su Creador. Y esa es la lucha entre el bien y el mal. El pecado está sembrado y crece junto a la buena semilla impidiéndole que se desarrolle y crezca haciendo el bien y viviendo en la verdad. La cizaña - pecado -  amenaza constantemente nuestra vida. Y es ahí donde decidimos seguir a Jesús asistidos por su Espíriu y, en Él, dejarnos empapar de la Buena Noticia de salvación que nos llena de esperanza y de felicidad.