lunes, 23 de septiembre de 2019

LA LUZ ILUMINA TU VIDA

Resultado de imagen de Lc 8,16-18
Cuando cierras los ojos experimentas una oscuridad que paraliza tu vida. Tu corazón continúa latiendo, pero eres incapaz de moverte y menos de orientarte. Entonces empiezas a valorar la luz y te das cuenta que sin luz se hace muy difícil encontrar el camino de la felicidad, que todos, conscientes o no, buscamos en el recorrido de nuestras vidas.

Sin embargo,  hay otra Luz que es imprescindible y totalmente necesaria y sobre la que apoyo mi humilde reflexión. Es la Luz que orienta y da verdadero sentido a la vida, incluso dentro de la oscuridad que la invidencia física somete a muchos. Porque, el camino de nuestras vidas necesita una Luz sobrenatural que nos ilumine, nos oriente y nos dé sentido. Una Luz que es capaz de levantarnos en los momentos que, por circunstancias de nuestra propia vida, queda sometida por la adversidad, por tus propias apetencias y por tu condición humana pecadora.

Es la Luz de la Salvación que has recibido en tu bautismo y que, abierto tu corazón a la acción del Espíritu Santo, ilumina tu vida y la orienta hacia la esperanza que la alimenta y la fortalece. Porque, sabes que llegará la enfermedad, el sufrimiento, la fatiga, la debilidad, la apetencia y el pecado. Y sólo esa Luz desde el Espíritu Santo dará sentido y esperanza a tu vida orientándola y levantándola para ponerla, en la lucha de cada día, que la sostenga y le dé la perseverancia hasta el final de tu camino.