jueves, 1 de abril de 2021

LA SANTA CENA

 

Cada día de nuestra vida podemos actualizar la Santa Cena, y lo hacemos en la medida que tratamos de ser algo mejores. Es un proceso de esfuerzo en avanzar cada día un poco más en perfección. Este esfuerzo en avanzar en mejoría está en estrecha relación con la libertad. Ser libre es condición sine qua non para poder mejorar, pero,  se trata de que esa libertad sea dada y entregada gratuitamente en el bien de los demás. 

Sin embargo, para ello se necesita previamente irse despojando de todo aquello que te esclaviza, te deshumaniza y te impide actuar buscando el bien. No, principalmente el tuyo, sino el de los demás, sobre todo, de aquellos que lo pasan mal, son pobres y necesitados. Una libertad, en definitiva, que nos libera de la opresión del poderoso y dictador que quiere dirigir nuestras vidas.

Esa libertad libre, valga la redundancia, entregada y dirigida al bien de los demás es el signo visible y concreto de la Santa Cena, Jesús, que con su Amor y la entrega de su Vida, nos libera de la esclavitud del pecado y nos hace libres para amar como Él nos Ama. Él, el Maestro, se humilla, se abaja y nos lava los pies. No solo aquella noche que celebró la Santa Cena, sino cada día de nuestra vida. 

Ser  libre para no servirme, sino para servir. Ese fue y es el Mensaje de Jesús. Su obra redentora que define su Vida en esa frase que dice: Y paso haciendo el bien. Vivamos esta noche la celebración de la Santa Cena como una nueva oportunidad de compromiso. Primero, ser cada día un poco más libre de mis propias esclavitudes y apegos; segundo, una libertad gratuita y entregada en servicio para amar.