miércoles, 20 de octubre de 2021

¿HAS PENSADO QUE TU VIDA ES UNA ESPERA VIGILANTE Y PERMANENTE?

 

Quieras o no, la vida, tu vida, te exige un estar permanentemente vigilante. Vigilante de tu cuerpo y también de tu alma. Aunque, a decir verdad, eso lo de tu alma pasa más desapercibio. ¡La gran contradicción!, siendo el alma lo más importante se descuida más su vigilancia y su preparación. ¿Estás de acuerdo?

Mira, todo lo que consigues en este mundo tiene poco valor. A pesar de que, tú, yo y todos, le demos mucho valor. Su valor es relativo, dura poco su acción de disfrute y, sobre todo, tiene sus días contado. Porque, todo aquí abajo tiene fecha de caducidad. Las emociónes, los sentimientos, las satisfaciones, el poder, las riquezas, la gula, la concupiscencia, la envida, el egoísmo...etc. Todo se acaba menos la capacidad de amar. Amar olvidándote de ti y dándote a los demás. Amar como nos ama el Señor.

Porque, estamos hecho para amar y sin el verdadero amor nuestra alma no alcanza la plenitud a la que está llamada. Por y para eso necesitas estár permanentemente en guardia, en vigilia y en estado de alarma para no ser sorprendido viviendo en el desamor.  Jesús te lo expone claramente en el Evangelio corresponodiente: Lc 12,39-48): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre». 

Nuestra vida, por tanto, nos exigirá estar en una vigilia permanente poque no sabemos cuando se hará presente el Señor en nuestra vida.