martes, 4 de agosto de 2020

IMAGEN DISTORSIONADA

MISIONEROS DE LA PALABRA DIVINA: EVANGELIO - SAN MATEO 15,1-2.10 ...
Sin poder remediarlo nos experimentamos inclinados a formarnos una imagen distorsionada de la realidad en base y apoyado en lo que nuestros ojos ven en el exterior. Nuestras actuaciones, observadas exteriormente, dejan en nuestra retina una imagen de lo que realmente son las personas. Pero, podemos preguntarnos, ¿es esa imagen real? O dicho de otra forma, ¿transmite esa imagen que transparentamos la imagen real que realmente somos?

Esa es la pregunta que nos interpela. Es decir, cuando observamos que una persona cumple las leyes y normas establecidas, ¿pensamos que es una buena persona? Confesamos que no conocemos las intenciones de su corazón y, por tanto, las obviamos. No obstante, ¿no es en lo más profundo del corazón donde tiene lugar las verdaderas intenciones de la persona? Luego, ¿por qué nos atrevemos a emitir un juicio sobre su manera de actuar? La realidad es que no tenemos suficientes juicios para poder hacernos una imagen real de la persona en concreto.

Luego, la verdad de nuestra ser y obrar está dentro de nosotros mismos. Son esas, nuestras intenciones más profundas y escondidas en nuestro corazón, las que descubren esa personalidad y esa fiel imagen de lo que verdaderamente somos. Y ahí solo llega Dios, de modo que todo lo demás, sin querer atreverme a decir que es bueno o malo, transmite una manera de ser, que es auténtica cuando coincide con lo que realmente se cuece dentro de tu corazón. 

Porque, la verdad que hay en ti está escondida dentro de tu corazón. Y cuando, sale a la luz transmite la realidad de lo que tú eres y piensas. Y es esa verdad la que te hace libre y la que te lleva a encontrarte con la única y absoluta Verdad, el Señor, Camino, Verdad y Vida.