martes, 19 de mayo de 2020

ES NECESARIO QUE JESÚS SE VAYA PARA QUEDARSE

El camino a la salvación!: Juan 16, 5-11. Les conviene que yo me ...
Parece un contrasentido, irse para quedarse, pero es la realidad para el creyente desde la fe, don de Dios. Porque, sería disparatado que Jesús se quedase eternamente en la tierra. ¿Cómo entenderíamos a Jesús ahora con 2020 años? ¿Podrías imaginártelo? ¿Y qué sentido tendría nuestra fe? Era, pues, más que necesario que Jesús fuese a la derecha del Padre. Y también la única forma de quedarse para siempre entre nosotros de una forma espiritual - Espíritu de la Verdad - en todas partes y entre todos nosotros.

Ahora nos resultará más fácil encontrarlo y ponernos en contacto directo con Él. La Eucaristía es la forma de tocarle, de comerle y de alimentarnos espiritualmente de Él. Lo podemos ver en la Beata Catalina de Emmerick por poner un ejemplo, y lo podemos experimentar en cada uno de nosotros. Sólo necesitamos creer y dejarnos amar por su Infinito Amor. 

Es obvio que los apóstoles y los contemporáneos de su época lo tenían más difícil, porque, en ese tiempo Jesús, hecho hombre, no estaba en todas partes. Recordemos el episodio de la muerte de su amigo Lázaro. Sin embargo, ahora sí lo está y podemos hablar con Él en casa, en el templo y en cualquier lugar del planeta. Su Espíritu siempre nos acompañará y nos iluminará y nos dará la fortaleza y la sabiduría para dar testimonio de su Palabra con nuestra vida y obras. Obras, a pesar de ser pequeñas, llenas de buenas intenciones y con verdadero amor.

Transcribo literalmente estas palabras, tomadas del Evangelio de cada día, San Pablo - porque me parecen muy interesante y difícil de poder expresarlo mejor: Él es nuestra capacidad. Habita en la hondura de la creación integrándolo todo y bombeando el dinamismo de la vida, la bondad y la reconciliación frente pecado, la injusticia, los juicios cerrados que impiden las transformaciones personales e históricas. El Espíritu de Jesús nos anima a renovarlo todo hasta que todo quede unificado e integrado en el amor. Por eso, la fe está siempre en éxodo, en camino, en salida. Es dinamismo y apertura.

Y continúa diciendo : Por eso nada más contrario al Espíritu de Jesús que la instalación mental y espiritual de quienes le confesamos y la acomodación de la Iglesia al poder y los intereses dominantes.