martes, 3 de mayo de 2022

CAMINO, VERDAD Y VIDA


La vida es un camino que echa a andar en el momento que eres concebido en el vientre de tu madre. Sí, desde la concepción eres persona en formación y caminante. Y, después de nueve meses, aproximadamente, sales al mundo del día y la noche, del sol y la luna y del amor. Porque, te ha sido infundida un alma desde el mismo momento de tu concepción. Un alma cuyo destino es llegar a la Casa del Padre y cuyo camino, que empieza en ese momento, es el Señor Jesús, el Hijo de Dios.

Precisamente, en el Evangelio de hoy nos lo dice: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto». Y así es, Jesús, el Señor, es el Camino, la Verdad y la Vida, y, siguiéndole a Él llegaremos a la Casa del Padre. Pero, no solo eso, sino que haremos las obras que el hizo y hace si creemos en Él. Y esto son Palabras del Señor. No nos lo ha dicho por decirlo y asombrarnos, sino porque son palabras que tienen su cumplimiento tal y como todo se ha cumplido en Él. Por tanto, es cuestión de fe. Para Dios no hay nada imposible y, si lo pedimos en su Nombre, tal y como nos dice Jesús hoy, todo se hará:  Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».

Ahora nos toca a nosotros pedir esa fe y ponernos en las manos del Espíritu Santo. Él nos dará esa paciencia, esa perseverancia, esa fortaleza y misericordia para darnos en caridad y, sobre todo, aumentar nuestra fe.