miércoles, 4 de agosto de 2021

NADA HAY IMPOSIBLE PARA DIOS

Mt 15,21-28

Hay cosas que nos parecen imposible y que, aunque las pidamos al Señor no terminamos por creer que se realizarán. Es posible que nos falte fe. Pero, también puede ocurrir que nuestra petición no es la que mejor conviene para quien la pedimos o para nosotros mismos. Lo que si debemos dejar claro es que para Dios no hay nada imposible.

El Evangelio de hoy nos lo pone de manifiesto. Aquella mujer cananea - pagana - tenía todo en contra. Era mujer y, por tanto, sin derecho. Era pagana, no del pueblo elegido y Jesús no la atiende y cuando se le pone delante pidiéndole socorro,  le dice: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos»..Sin embargo, ella no se rinde y es capaz de interpelarle respondiendo: «Sí, Señor -repuso ella-, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos».  Y termina este pasaje evangélico de esta manera: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas». Y desde aquel momento quedó curada su hija. 

Esta es la respuesta que da Jesús a todo aquel que crea y le pida confiando en su Palabra y Poder. No cabe duda que nuestras peticiones posiblemente no tengan esa fuerza y convicción como la de aquella mujer que, siendo incluso pagana, se esforzó y atrevió a pedirle auxilio al Señor. Posiblemente tengamos que preguntarnos, ¿en qué situación y estado se encuentra nuestra fe?