sábado, 31 de diciembre de 2011

FELIZ AÑO NUEVO


Un año nuevo cargado de vida y de esperanza. De esperanza en vivir el Ideal de la Vida de la Gracia, una vida en la presencia de DIOS PADRE que nos ama, que da cada día la vida por cada uno de nosotros, y que, sabiendo como somos, nos quiere tal y como somos poque de ÉL hemos salido y a ÉL volveremos.

Un año de vida, de vida digna para todo ser humano desde la concepción. Un año donde los derechos de cada persona humana, y el embrión lo es desde su concepción en el seno de su madre, sean respetados por todas las naciones y elevado al más alto grado de dignidad como es el ser hijo de DIOS.

Un año cargado de esfuerzos por entendernos, por respetarnos, por avanzar en la búsqueda de la libertad, tal es el bien y la verdad, donde el amor sea la causa de la libertad, porque sin amor no hay libertad, y sin libertad se impide que el amor llegue a los hombres.

Desde esos deseos, no sólo en el corazón, sino también el esfuerzo vivido cada día, les deseo a todo un venturoso año nuevo en XTO.JESÚS.

LA VIDA DE LA GRACIA

Juan 1,1-18

No estamos vacíos, a menos que escarbemos un poco en nuestro interior despertamos un ansia de felicidad eterna que buscamos en todo lo que nos rodea. Pero, por experiencia sabemos que no se encuentra en las cosas. Nos lo dicen aquellos que han recorrido el camino de sus vidas antes que nosotros.

¿De dónde venimos? ¿A donde vamos? Son las preguntas eternas que yacen en nuestro corazón. Por eso nos ha sido revelado el misterio que mora en nosotros. Siempre, desde el principio existió La PALABRA, y la PALABRA es la LUZ Verdadera que ilumina a todo hombre. Juan el Bautista nos anuncia la llegada de esa PALABRA, que es anterior a él, y que está por encima de él.

Nuestro mayor Ideal es vivir esa vida de la Gracia que en JESÚS se nos transmite y se nos da. La PALABRA se ha hecho carne, carne en un Niño DIOS que nos ha nacido y que se ha abajado a nuestra humanidad para, siendo igual menos en el pecado, darnos la esperanza de satisfacer esas ansias de felicidad que despiertan en nosotros la vivencia del amor.