sábado, 12 de noviembre de 2022

PERSEVERAR ES INSISTIR

El que la sigue la consigue, dice el refrán, y suele suceder así. Cuando alguien se empeña y persevera, en la mayoría de los casos, alcanza los resultados buscados. Deducimos con cierta lógica y sentido común que perseverar equivale a insistir. Jesús nos lo dice muy claramente en Mateo 24, 13: «el que persevere hasta el fin será salvo». Y basta que lo diga el Señor para que su Palabra tenga verdadero cumplimiento.

El Evangelio de hoy sábado nos lo explica muy claramente a través de la parábola del juez injusto. Nos pone de manifiesto como la insistencia de aquella viuda solicitando justicia tuvo resultado. Y sucede que muchas veces para quitarnos de encima la lata y las molestias de los que perseverando e insistiendo claman por justicia les atendemos y le hacemos justicia.

Si eso ocurre con los hombres de este mundo, que son injustos, ¿no nos hará justicia nuestro Padre a aquellos que le suplicamos noche y día confiado en su Amor Misericordioso? ¿Acaso no ha enviado a su Hijo para salvarnos y liberarnos de la esclavitud del pecado? ¿Cómo no nos va a atender si se lo pedimos insistentemente?

Tengamos por nuestra parte perseverancia y confianza en su respuesta. Confiemos en su Palabra depositando nuestra fe en su Infinita Misericordia. Y, para ello, no permitamos que la debilidad, el cansancio y la desesperanza terminen por derrotarnos y nos hagan desfallecer. Seamos perseverantes y no dejemos de insistir y suplicar a nuestro Padre del Cielo. Él nos responderá, pues su Infinito Amor Misericordioso nos salva.