sábado, 13 de julio de 2024

UN ALMA PENSADA Y CREADA A IMAGEN DE DIOS

Es evidente que hay muerte y muertes. Todo aquello que se precie de apagar la luz e introducirnos en la oscuridad da lugar a algo que muere. Hay muchas amenazas físicas que pueden dar lugar a muchas muertes pero sólo una es importante: el alma. Porque es desde ella donde reside nuestra capacidad de responder al Dios que nos ama con Infinita Misericordia y quiere servir a la humanidad.

Pueden matar tus ansías de alumbrar el camino, la verdad y la vida; pueden matar tu sed de dar a conocer a Cristo; tus deseos de ser sal y luz; denigrar la conciencia, forzar el pensamiento, acallar la fe, y, sobre todo, oscurecer tu alma con el pecado, renunciando a iluminar al mundo. Pero, injertado en Xto. Jesús eres mayoría aplastante y resistirás todas las seducciones que traten de apartarte del seguimiento y fidelidad a la Palabra del Señor. Y es ahí donde está el verdadero peligro, dejar que el alma se desconecte de su imagen y semejanza, nuestro Padre Dios.

De cualquier forma, el peligro, no está en que puedan matar el cuerpo, sino a aquellos que atente y puedan llevar a la perdición alma y cuerpo. Ahí reside el peligro, pero también tenemos la oportunidad, injertado en el Espíritu Santo, de fortalecernos y resistir todos los embates que mundo, demonio y carne nos puedan lanzar. Precisamente para eso, en la hora de nuestro Bautismo, hemos recibido al Espíritu Santo, para que en, por y con Él resistamos todos los ataques que intentan apartarnos de su camino.